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- Historia -

La aldea de San Nicolás de Tolentino fue, desde sus principios, densamente habitada por aborígenes canarios. Por ello, se localizaba un asentamiento poblacional importante que recogía una gran cantidad de población y el área de la desembocadura del barranco principal de La Aldea debió ser el asentamiento más importante del valle y de todo el Oeste de la isla. Separado por un gran charco costero, este poblado se extendía en los márgenes de la gran desembocadura y hoy constituye por un lado el yacimiento arqueológico de Los Caserones y por otro el lugar del Charco, donde cada 11 de septiembre se celebra la Fiesta del Charco, que se remonta a la época aborigen.El nombre “San Nicolás de Tolentino” surge en 1352 debido a una misión mallorquina en viajes de exploradores donde erigieron en una cueva costera una ermita en honor a San Nicolás de Tolentino.En los últimos meses de la Conquista de Gran Canaria tuvo lugar, en este término municipal, el sangriento encuentro bélico de Ajódar (Tasartico) donde los aborígenes infligieron a las fuerzas castellanas una de las derrotas más expeditivas que sufrieron en esta isla. En ella murió gran parte de las tropas castellanas, víctimas de un estratégico plan de defensa de los canarios.En primeras décadas del siglo XVII, comienzan los primeros problemas de los colonos con los propietarios del heredamiento principal de La Aldea, propiedad de la familia Grimón.La instauración del absolutismo acabó con el impulso reivindicativo de los aldeanos, sentenciando definitivamente la Real Audiencia de Canarias, en 1817, a favor de los marqueses de Villanueva del Prado.En el período democrático que generó la Revolución de 1868, tuvo lugar la reactivación del viejo Pleito de La Aldea. La restauración Borbónica en 1875 permitió un control político del Comitiva de la visita del Ministro Galo Ponte.Tras la visita al municipio en 1927 del Ministro de Gracia y Justicia Galo Ponte, el Gobierno expropia las tierras a sus titulares y realiza una venta simbólica, junto con el agua, a los vecinos del municipio, solucionando así más de trescientos años de lucha por la propiedad de la tierra.Se crean dos grandes cooperativas Coagrisan y Copaisan, dedicadas a la exportación exclusiva del tomate.En los últimos años La Aldea adquiere una mayor conciencia como pueblo con fuerte identidad histórica, consolidando el proyecto de desarrollo socio-comunitario que obtuvo el Premio Canarias 2003 en la modalidad de cultura popular, y En febrero de 2006, tras un acuerdo del Ayuntamiento en pleno celebrado tres años antes, el municipio recupera su nombre tradicional:

 

La Aldea de San Nicolás.

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